jueves, 28 de septiembre de 2023

PEDAGOGÍA WILLIAMS, ECOS DE LA FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO


 

    Dentro de la extensa agenda de la Feria Internacional del Libro Guayaquil 2023, se dio un evento llamado “Coloquio sobre el libro Pedagogía de la Denuncia: las experiencias de sus lectores en el aula”. Se trataba de un encuentro entre los lectores del libro y el autor, no obstante, el texto fue una excusa para que se congregue el Colectivo Freinet, un movimiento político-pedagógico nacido desde lo que fue el Colegio Celestin Freinet, lugar donde se originó una praxis-teoría educativa ecuatoriana y latinoamericana denominada Pedagogía Williams, que a paso lento viene difundiéndose mundialmente.

    Esta afirmación no es exagerada, pues se mostraron datos que para muchos fueron inesperados, como el que algunos de los artículos publicados sobre el tema han alcanzado más de 160,000 descargas desde más de 100 países, a las que se suman las dos reseñas del libro en sendas revistas académicas sudamericanas. El número de docentes entusiastas que aplican este método sigue aumentando, censando a 5 docentes universitarios y 4 de colegios fiscales, a parte de las muchas referencias bibliográficas de tesistas de licenciatura, maestría y doctorado. Una información curiosa fue la existencia de distintos programas de formación cuyas planificaciones incluyen el estudio de esta teoría, por ejemplo las de dos maestrías en educación, una de la Universidad Técnica de Manabí y la otra de la PUCE; y adicionalmente la impartición de un curso de verano sobre la Pedagogía Williams en el 2022 por parte de la Universidad Campesina Indígena en Red de la ciudad de Puebla, México. También se informó sobre tres investigaciones realizadas, dos a cargo de la Universidad Casa Grande y otra de la FLACSO. Pero la cerecita del pastel fue la noticia de un proyecto auspiciado por la FLACSO sobre la difusión de este sistema mediante su aplicación en 9 colegios localizados en sectores vulnerables de Guayaquil y Durán. La reunión no terminó en la presentación de datos y estadísticas, también fue un espacio de reflexión y propuestas generadas inicialmente por los panelistas Sonia Venegas, Eduardo Ramírez y Eduardo Molina, pero potenciadas por el público. 

                  Panelistas: Eduardo Molina, Sonia Venegas y Eduardo Ramírez

    Una reflexión surgió desde el concepto proveniente del estudio de la relación entre la escuela y los movimientos sociales, que planteado por el teórico uruguayo Raúl Zibechi, sostiene que se debe educar para los movimientos, en los movimientos y en movimiento. Este principio fue siempre ejercido por el Colegio Freinet por cuanto orientaba su labor a la formación de cuadros que alimenten a los distintos movimientos sociales. Mucho de este trabajo pedagógico se desplegó dentro de otros sectores sociales que luchaban por determinadas causas. El hecho de hacer una educación revolucionaria configuró al colegio como un movimiento social propiamente que se manifestaba como modelo alternativo para la educación ecuatoriana. Sin embargo, la información presentada en el coloquio fácilmente calaba como un ingrediente más de la difusión de la Pedagogía Williams. Es decir, a falta del desaparecido colegio, algunos de sus exalumnos o exmaestros continuaron con sus proyectos de vida estudiando algún posgrado cuyas tesis versaban sobre la referida pedagogía, o se adhirieron a universidades desde las cuales siguen investigando. Lo interesante es que estos productos escritos sirven primero a muchas personas que hacen investigación educativa inicial o avanzada; segundo, la universidad se ve beneficiada de que tales estudios se lleven dentro de sus dominios para cumplir con estándares; y tercero, la producción literaria fortalece a la misma teoría educativa. En síntesis, el denominado Colectivo Freinet ha sumado a su esencia una nueva faceta que lo rebautiza como un movimiento político-pedagógico-investigativo. 

    Desde esta perspectiva, aunque no se haya logrado todavía que alguna universidad embandere a la Pedagogía Williams como una línea de investigación, no ha sido impedimento para su desarrollo. O sea, existe una línea de investigación científica educativa a cargo de un movimiento social, mas no de la academia. El trabajo pedagógico-investigativo debe continuar hasta consumar una conquista política para irradiarse con mayor fuerza.  

jueves, 5 de mayo de 2022

La Lectura: Por una educación inmune a otra pandemia



    La pandemia demostró que el sistema educativo no está del todo preparado para la educación en línea, y no me refiero a la tecnología ni acceso a internet. Muchas clases virtuales mantuvieron un formato convencional donde los docentes impartían su cátedra en una pantalla-pizarra mientras que los estudiantes escuchaban y/o veían. Dicha práctica suele priorizar la enseñanza al aprendizaje, pues los alumnos conservan su dependencia del maestro, mostrando regular interés en sus tareas y en cómo realizarlas, por ende, tienen serias dificultades para estudiar solos.

    Esta introducción sugiere que no se han desarrollado dispositivos para la formación de la Autodisciplina, que es la capacidad de una persona para autorregular su conducta. Esto se observa claramente en dos momentos, primero en el comportamiento natural de un individuo en presencia o ausencia de la autoridad, y segundo cuando despliega el autodidactismo como método para aprender por sí mismo sin la ayuda de otro. En este sentido el currículo deja que desear en cuanto a la formación de aspectos autorreguladores de la personalidad como la voluntad y el carácter de los educandos.

    Es comprensible que durante la pandemia no podían tomarse correctivos por la premura de atender urgencias tecnológicas. Pero próximos a un retorno presencial parecería que los cambios son más de forma que de fondo, sin embargo, estamos en un momento clave para discutir un giro en el modelo pedagógico del ministerio.

    Nadie duda que la lectura es una actividad que posibilita el desarrollo del pensamiento crítico, la adquisición de conocimientos y la educación en valores. La escuela se arroga la enseñanza de esta función y promueve su uso, pero resulta que aprender a leer no asegura la formación de un lector. El índice de lectura de los países latinoamericanos sigue por debajo del promedio mundial. Entonces, independientemente de los métodos de aprendizaje de la lectura empleados, lo que debería atenderse es la formación del hábito lector.

    Se define por «hábito de la lectura» al autoentrenamiento diario de la lectura, ejecutado con placer y que satisface una necesidad personal. Es decir, debería empezarse por el autodescubrimiento individual mediante el estímulo de la curiosidad, identificación de intereses y la formulación de preguntas como necesidades vitales, de modo que su satisfacción se consuma en la búsqueda de la verdad, el encuentro con los libros y su lectura habitual. Puede que el currículo contemple estos principios pero también muestra discrepancias en los métodos para lograrlos, y es muy entendible porque tales aspectos abordan experiencias muy particulares e íntimas. Una evidencia de lo expuesto es justamente la existencia de personas lectoras que consiguieron serlo no por la escuela, sino a pesar de ella.

La formación de lectores consumados muestra una complejidad que supera la didáctica porque aborda la psicología del sujeto. Además, quien intente asumir la tarea de formar un autodidacta debe lógicamente poseer esa cualidad. Es necesario un debate nacional para transformar una educación inmune a futuras catástrofes y cambios. 

 

 Eduardo Molina Morán

jueves, 19 de diciembre de 2013

LOS PASOS PERDIDOS DE LA REVOLUCIÓN CIUDADANA EN EL TEMA EDUCATIVO


Uno de los principios de la teoría general de los sistemas reza “las partes no pueden comprenderse si se consideran aisladas del todo”. Esta teoría tiene innumerables aplicaciones, en psicología por ejemplo, existe una técnica terapéutica llamada terapia familiar sistémica cuya unidad de análisis es la familia y no el paciente. Desde esta perspectiva, el paciente es sólo el síntoma, el verdadero conflicto radica en la familia, que como un todo, afecta a todas sus partes aunque sólo se haga visible en uno de sus miembros. La mayoría de las veces, esta situación es inconsciente para los demás miembros de la familia, sus conductas se mantienen por esquemas cognitivos o supuestos personales, entendidos como las ideas subjetivas que permiten dar sentido a la experiencia pasada, presente y futura, las cuales muchas veces son distorsiones (Beck et al., 1983). Pero también existen supuestos “sociales” o prejuicios que se presentan en grupos sociales o incluso en las masas.

Esta analogía precedente fue expuesta para explicar que la revolución ciudadana ha aplicado la teoría del buen gobierno con relativo éxito, situación que ha sido reconocida internacionalmente. Sin embargo, parece que la receta no está brindando los resultados apetecidos en materia educativa. Aunque las estadísticas son muy alentadoras, también se ocultan tras ellas algunos problemas sociales evidentes y en crecimiento, como los comportamientos de resistencia de los adolescentes (Calderón, 2013), el micro tráfico de drogas, los aprendizajes y la gestión educativa. Estas fugas que presenta el sistema educativo obligan a analizar los supuestos sobre los cuales está cimentado. Si bien no se percibe mala intención en su construcción, es posible que la soberbia academicista del gobierno y la fe ciega en su modelo, no les permitan dilucidar otras alternativas.    

Como efecto, ¿quién paga las consecuencias? Tal como una cadena alimenticia donde los organismos devoran a sus inferiores, un sistema educativo que exige desde arriba, oprime a todos los subordinados, siendo el último eslabón los docentes y los estudiantes. Los videos de perreadores, la violencia de los adolescentes, etc., no son más que expresiones de un sistema enfermo. Mientras el presidente, el ministro y sus colaboradores intentan localizar la falla del sistema, otro sector de la comunidad educativa tiene la certeza que la falla es el propio sistema. ¿Se formulará el gobierno algún día esta pregunta?

Una educación liberadora, como la que plantea el discurso del presidente, no lo será nunca por decreto. Paulo Freire (2008) analiza que los líderes revolucionarios, por más bienintencionados que sean, si continúan portando al opresor y una visión de control, acaban usando en su acción los mismos métodos empleados en la educación que sirve al opresor. ¿Se convirtió el Ministerio de Educación en el oponente a quien pretende vencer?  


Bibliografía
Calderón, M. (2013). Juventudes en el espacio educativo. Biopolítica y bioresistencia I. https://hypomnemata.jux.com/877901
Beck, A. T., Rush, A. J., Shaw, B. F., & Emery, G. (1983). Terapia cognitiva de la depresión. Bilbao: Desclée De Bruwer.
Freire, P. (2008). La pedagogía del oprimido. México. Siglo XXI.

lunes, 16 de diciembre de 2013

¿ES EL FIN DE LA EDUCACIÓN POPULAR EN EL ECUADOR?


Desde el año 2012, la Escuela San Daniel Comboni de Fe y Alegría aplica un proyecto de desarrollo del pensamiento lógico coherente con los principios de la educación popular, el mismo que ha posibilitado mejorar considerablemente el pensamiento crítico en los niños y adolescentes, algunos de los cuales han continuado sus estudios en el 2013 en instituciones educativas fiscales. Lejos de considerarlos un mérito, los profesores de estos establecimientos fiscales consideran a estos nuevos estudiantes como problemáticos e insolentes porque se atreven a cuestionar al maestro. Esta situación era muy frecuente encontrarla en el Colegio Celestin Freinet Guayaquil (Molina, 2012), pero cuando los alumnos regresaban a su institución de origen, recobraban su “buen” comportamiento.

En el año 2012, un profesor del mencionado Colegio Freinet desarrolló una experiencia pedagógica significativa de educación popular basada en el impulso del autodidactismo utilizando la asignatura de Física, los resultados demostraron que la capacidad de argumentación y debate generados en la clase de Física era de un altísimo nivel. El profesor aclaró que la esencia de su metodología radicaba en que cada estudiante poseía un libro distinto, ¿qué debate crítico puede surgir de una clase donde todos poseen el mismo libro?, cuestiona el maestro referido. Obviamente un asesor educativo del ministerio criticaría esta clase debido a elementos identificados como la casi nula participación del docente, el incumplimiento del avance de la materia de acuerdo a los tiempos establecidos, y la negación a trabajar con un mismo libro, como es el caso de los publicados por el gobierno.

Para la educación popular, la crítica es la base de la participación ciudadana (Freire, 2008). El desarrollo de la crítica se lo efectúa con la confluencia de opiniones diversas que enriquecen un diálogo de saberes que conduce a los aprendizajes, los cuales en educación popular no se evalúan por conocimientos sino por su empoderamiento. En la medida que los estudiantes valoran sus aprendizajes, ellos logran identificar y diferenciar los buenos maestros de los que no lo son, y como están entrenados en la crítica, participan, cuestión que algunos les incomoda.

Los estudiantes educados en un entorno que promueve la crítica y la argumentación, colisionan con el sistema educativo formal. ¿Cómo espera el presidente generar participación ciudadana si ha implantado un sistema educativo que penaliza la crítica? O la educación popular ya no tiene espacio en el Ecuador, o hay que revisar el sistema educativo. Esta situación supone una confrontación de paradigmas educativos que vuelve urgente su diálogo. ¿Será posible?


Bibliografía
Freire, P. (2008). La pedagogía del oprimido. México. Siglo XXI.
Molina, E. (2012). La experiencia Freinet en Guayaquil: un análisis del currículo actual como base para una propuesta de Pedagogía Popular, en Revista Ciencia UNEMI, núm. 8, pp. 36-45.

jueves, 12 de diciembre de 2013

UNA PROPUESTA PARA LA SELECCIÓN DE INVESTIGADORES EN LA UNIVERSIDAD






En el escenario creado por el SENESCYT para impulsar la investigación, las universidades han aplicado diferentes estrategias para formar investigadores. Si bien se proponen dos visiones sobre este hecho (Molina, 2013), se detalla un planteamiento enfocado en la esfera psicológica como criterio para seleccionar investigadores. Esta idea lleva implícita una crítica a otras propuestas que ven en los títulos acreditados, experiencia docente, tutoría de tesis o proyectos realizados, los criterios idóneos que aseguren calidad en las investigaciones.       

Toda investigación nace de una pregunta, la cual representa un cuestionamiento producto del asombro sobre situaciones que el sujeto no logra explicarse y que simbolizan para él una necesidad resolverlo. Así, hay posturas psicológicas como la de Maslow (1991) que plantea que la motivación tiene como base las necesidades. Esta necesidad de conocer no es externa, obedece a un rasgo de la personalidad que orienta las acciones del sujeto hacia la búsqueda de respuestas a problemas trascendentales para él. En el ámbito de la investigación científica, esta función autorreguladora configura un comportamiento autodidacta que se basa en la formación de hábitos, entendidos como acciones automatizadas cuya ejecución es producto de un entrenamiento consciente, que obedece a una necesidad y se orienta a un fin determinado (Smirnov, 1960). Dentro de los hábitos que componen al autodidactismo están: Capacidad de asombro, lectura, discusión y redacción.

La capacidad de asombro se refiere a la contemplación, observación y análisis de elementos de un fenómeno, es un hábito que refiere mucho a la esfera afectiva, a lo perceptivo, lo sensitivo. Lipman et al. (2002) sostiene que la capacidad de asombro es el requisito esencial y disparador para formular preguntas filosóficas, epistemológicas y científicas. El segundo componente: la lectura reflexiva, se levanta como el hábito que permite dar el primer paso hacia la búsqueda de respuestas a las preguntas auto-formuladas; además, es el ejercicio base para el tercer componente: la discusión. ¿Qué tema podría conversar una persona si ésta no lee? (Molina, 2012). La discusión se alza como el medio que permite contrastar las ideas surgidas desde la lectura, es un medio para pensar, entrenar la argumentación y reconfigurar conclusiones. Por último, la redacción es un medio de expresión y producción de pensamiento (Nickerson et al., 1995), es el ejercicio más complejo porque demanda de la inmovilización de la fluidez del pensamiento; muchos leen y discuten, pero pocos escriben.          

La aplicación de estos criterios para la selección de investigadores se efectúa con técnicas cualitativas como la entrevista. No obstante, aunque la comunidad de indagación es el espacio de crecimiento de este tipo de investigadores, también puede cumplir funciones de evaluación y selección para los mismos. Una adecuada socialización de temas macro sería el pretexto para la invitación a la conformación voluntaria de grupos de indagación, los cuáles determinarían sus reglas para su consecución, ya que son autorregulados.

 Se entiende que esta podría ser una visión romántica de la investigación, pero se sustenta en experiencias reales de la historia de las ciencias como el Círculo de Viena, la Escuela de Frankfut (foto), el Grupo de Yarkov, etc. ¿Por qué no podría hacerse en Ecuador?  


Bibliografía
Lipman, M.; Sharp, A. y Oscayan, F. (2002). La filosofía en el aula. Madrid. Ediciones de la Torre.
Maslow, A. (1991). Motivación y personalidad. Madrid: Ediciones Díaz de Santos.
Molina, E. (2012). La experiencia Freinet en Guayaquil: un análisis del currículo actual como base para una propuesta de Pedagogía Popular, en Revista Ciencia UNEMI, núm. 8, pp. 36-45.
Molina, E. (2013). Dos visiones sobre la investigación: la supervivencia de la universidad ecuatoriana. Sitio: http://lapizarradelprofesoreduardo.blogspot.com/2013/11/dos-visiones-sobre-la-investigacion-la.html. 
Nickerson, R., Perkins, D. y Smith, E. (1995). Enseñar a pensar: Aspectos de la aptitud
intelectual. Editorial Paidós.
Smirnov, A. (1960). Psicología. Mexico D. F. Editorial Grijalbo.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

LA INTERPELACIÓN DE LA MATEMÁTICA PRECOLOMBINA A LA ANHELADA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO



El encuentro entre los indios Navajo de Nuevo México y Albert Einstein se considera histórico porque representó la convergencia de dos tipos de interpretación del mundo. Mientras que los Navajos eran relativistas naturales desde hacía siglos, Einstein llegó a la misma conclusión desde la ciencia del siglo XX. En eso radica la diferencia entre una cosmovisión y una cosmología, mientras que la primera es una concepción del mundo desde lo intuitivo, perceptivo y emocional, la segunda lo es desde la lógica, lo racional, lo cognitivo.

Muchas personas desconocen que existe más de una matemática, por ejemplo, mientras que para la geometría euclidiana las paralelas nunca se unen, la geometría no euclidiana postula que sí es posible. Comprender estos conceptos demanda de una gran plasticidad cognitiva, y estas experiencias ponen en evidencia la formación escolar de los estudiantes. Investigaciones sugieren que muchos universitarios competentes en la matemática de un currículo oficial, muestran dificultades para la comprensión de conceptos de mayor nivel, generando conflictos tanto en su rendimiento académico como en su actitud, incluso algunos abandonan su carrera por esta razón. Basado en esto, más que el aprendizaje de una única matemática, sería más conveniente desarrollar la plasticidad del pensamiento lógico para comprender todas las matemáticas.

El etnomatemático ecuatoriano Marcos Guerrero Ureña desarrolló una ciencia llamada Geometría Fractal, la cual se fundamenta en la cosmovisión andina. Los precolombinos fundadores de esta matemática, en la cual 1+1=4, ya conocían la serie de Fibonacci antes de la llegada de los colonizadores. Dado que este saber se deriva de una cosmovisión, su estudio se aborda inductivamente, desde lo intuitivo, desde una matemática natural y asequible para el inconsciente colectivo de nosotros los del Sur. Este sapiencia se contrapone a las matemáticas occidentales, que se abordan deductivamente y son extremadamente lógicas.

Si el deseo del Ecuador es convertirse en una sociedad del conocimiento, en donde la invención e innovación son requisitos sine qua non, necesita un sistema educativo que promueva la capacidad de asombro, imaginación, creatividad e indagación. Estas cualidades están más relacionadas con la esfera afectiva, y una formación como la que se intenta proponer, subordinaría lo cognitivo a lo afectivo, cuestión que desafía a la aplicación práctica del currículo vigente. En este sentido, una matemática natural estaría mejor posicionada para conseguir estos fines que una matemática racionalista; además, sería más coherente con el Sumak Kawsay. Complementariamente, investigaciones psicológicas muestran que aunque existe una integración entre el pensar, sentir y actuar, el ser humano tiende a actuar más de acuerdo a sus emociones.  

Por lo expuesto, una educación basada en lo cognitivo creerá que el nivel creativo (afectivo) del alumno se alcanzará estudiando más libros. En cambio, una educación basada en lo afectivo pretenderá que la creatividad e imaginación posibilitará en los alumnos la búsqueda de información y conocimientos. Esta idea enfrenta paradigmas y enfoques educativos que deben ser debatidos a la luz de resultados de aprendizajes, experiencias pedagógicas significativas, e interpelando a la LOEI y al currículo vigente.




sábado, 30 de noviembre de 2013

¿ESTÁN QUEMADOS LOS PROFESORES DEL BUEN VIVIR?*



La filosofía del Sumak Kawsay representa una crítica al concepto desarrollo entendido por occidente en el cual la posesión material determina el ser. En cambio, el gobierno propone un paradigma en el que la felicidad no se alcanza por las posesiones materiales sino por el bien ser, y a través de este lograr el bien hacer, lo cual posibilita el bien tener, para culminar en el buen vivir (SENPLADES, 2009).

Desde esta mirada, el progreso de la sociedad está determinado por el desarrollo de cada persona, su autorrealización y su capacidad de lograr el bien ser o la felicidad. El logro de esta meta supone un sistema educativo que posibilite alcanzarlo, y surge la pregunta: ¿será posible educar ecuatorianos felices? Lo es en la medida en que el currículo lo permita, el entorno educativo debería estar compuesto por todos los ingredientes que conforman el concepto felicidad, incluyendo al docente como parte activa y viva del currículo.

Partiendo del principio que no se puede enseñar lo que no se conoce, ¿cuentan los profesores ecuatorianos con estas cualidades que posibilitan una educación en la felicidad? Según investigaciones la felicidad es más un componente hereditario e independiente del ambiente (Seligman, 2003). Además, un mayor ingreso económico no está relacionado con el aumento de la felicidad (Diener et al., 1995; Csikszentmihalyi, 1996). Este concepto tiende a ser un rasgo más que un estado.

Por otro lado, Freudenberger (1974) estudia un tipo de estrés llamado burnout o síndrome del quemado, caracterizado por un cansancio físico y emocional, producido por las condiciones de trabajo o sobrecarga profesional. En la población docente se han efectuado estudios que permitido la creación de modelos explicativos sobre las causas del burnout en profesores.

Aunque Moriana y Herruso (2004) citan cuatro de ellos, se puede sintetizar que el conflicto de rol, clima de clase, autoestima, transformaciones en la escuela, decisiones de administradores, son variables que influyen en la aparición de burnout en profesores. Estas teorías toman como evidencia el absentismo en el trabajo, el gasto en sustituciones, las bajas laborales de tipo psiquiátrico y el poco rendimiento (García-Calleja, 1991).

La idea del gobierno de pagar mejor a sus maestros y capacitarlos con el fin de demandarles más trabajo y mejores resultados, parecería no estar muy apoyada por la ciencia. Esta situación descubre la postura del gobierno de ver la docencia como una actividad instrumental y operativa al servicio del sistema, y no como un acto creativo. Los profesionales verdaderamente creativos no tienen estrés (Koestembaum, 2000), son creativos porque gozan de libertad.


 
Bibliografía
Csikszentmihalyi, M. (1996). Creativity: flow and the psychology of discovery and invention, Nueva York, Harper Perennial.
Diener, Ed, Marissa Diener y Carol Diener. (1996). Factor predicting the subjetive wellbeing of Nations. En Journal of Personality and Social Psychology, 69, pp. 653-663.
Freudenberger, H. (1974). Staff Burn out. En Journal of Social Issues, 30 (1), 1974, pp.
159-165.
García-Calleja, M. (1991). Bajas por enfermedad. Una investigación crítica”, en Cuadernos de Pedagogía, 251, pp. 80-83.
Koestembaum, P. (2000). Liderazgo: la grandeza interna. México. Prentice Hall.
Moriana, J. y Javier H. (2004). Estrés y burnout en profesores. En International Journal of Clinical and Health Psychology. Vol. 4. núm. 3, pp. 597-621.
Seligman, M. (2003). La auténtica felicidad, Barcelona, Vergara Editores.
SENPLADES. (2009). Plan Nacional para el Buen Vivir: construyendo un estado plurinacional e intercultural, Quito. Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo.

*Extracto tomado de la Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, Vol. 43, Núm. 2.  http://cee.edu.mx/nuevaversion/publicaciones/r2011-2020/r_texto/t_2013_2_04.pdf